Jijikure matsuri se celebra en el templo Sumiyoshi el 5 de mayo.
La fiesta comienza con la elaboración de una palanquín llamado Shiba-mikoshi. La parte de carrocería se hace con troncos montados formndo un cuadrado y nudos triangulares hechos con hojas verdes de ciprés y hojas y ramas de camelia. Encima se introducen abundantes hojas y ramas de carpes y hayas, y por último se adorna el centro de mikoshi con ramos de cálamos aromáticos, kobushi y kerria japónica. Tras ver el primer baile en el pabellón de oración, el palanquín es trasladado entre árboles de keyaki milenarios plantados en forma palarela con los arcos triis, para realizar una marcha por el pueblo con el cántico “Chiyo chiyo, chiyo no hanano miyako no”. La fiesta termina con la lucha por la flor de Yorishiro con el objetivo de adivinar la suerte del año.
Cuentan que esta fiesta tiene su origen en la ceremonia de reubicación del templo sintoista de monjes Yaobikuni, del bosque a la ubicación actual.